En el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, propuesto en 2002 por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para concientizar acerca de la magnitud de este problema y aunar esfuerzos para erradicar esta realidad, organizaciones miembros de Red Encuentro de Entidades No Gubernamentales para el Desarrollo se pronunciaron sobre este flagelo, acentuado por la crisis del Covid-19 que amenaza con revertir años de lucha y avances, y detallaron las tareas y programas que llevan adelante en pos de su erradicación.

Uno de cada 10 de todos los niños en todo el mundo están en situación de trabajo infantil. Si bien es cierto que el número de niños en situación de trabajo infantil disminuyó en 94 millones desde 2000, la tasa de reducción se desaceleró en dos tercios en los últimos años. Una de las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible 8 exige el fin del trabajo infantil en todas sus formas para 2025.

Graciela Jara, de Fundación Comunidad (Corrientes) destacó que desde su constitución, en 1997, la organización ha tenido como destinatarios directos de sus acciones a niños, niñas y adolescentes de sectores populares en la provincia de Corrientes. Desde 2003, gracias al impulso de políticas de derecho, en la Argentina se visibilizó una disminución en los indicadores de trabajo infantil, señaló.

“Desde Fundación Comunidad hemos participado activamente en la implementación de diversas acciones, colaborando tanto en la ejecución de políticas públicas. Es el caso de campañas y programas como Volver a la Escuela y Todos a Estudiar en 2004, y Ellas Hacen, de 2013 en adelante; la difusión e implementación de la Asignación Universal por Hijo; la difusión e implementación de la Ley 26061 de Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, sancionada en 2005; entre otras”, enumeró.

Sin embargo, reconoció, “actualmente, estamos viendo con mucha preocupación a muchos niños, niñas y adolescentes realizando diversos tipos de trabajos. Entre ellos, a los cartoneros que a diario se trasladan desde barrios alejados hacia el microcentro en busca de cartones y papeles y lo hacen en carros y en familia; en las zonas rurales trabajando en la recolección de frutos como el arándano; vendedores ambulantes que salen puerta a puerta ofreciendo sus productos (muchos de ellos en compañía de sus hijos pequeños); adolescentes realizando venta ambulante de verduras y hortalizas, y como auxiliares en obras de construcción”.

Por otra parte, expresó: “También escuchamos las voces de nuestros comprovincianos, que viven en las zonas limítrofes, a quienes preocupa la situación de los niños correntinos que son utilizados para el contrabando de cigarrillos. Esta situación se agravó con la pandemia ya que muchos adultos perdieron la fuente laboral (especialmente los que se dedican al cultivo). Si bien esto no justifica el trabajo infantil, sí es importante tener presente cómo incide en el crecimiento del mismo, en los sectores más desfavorecidos”.

Entre los motivos del retroceso, la referente correntina mencionó la crisis provocada por la pandemia y las políticas del gobierno durante el período 2015-2019, y consideró que “tanto a las organizaciones como nuestro gobierno actual nos queda una ardua tarea. Debemos estar preparados para cuando comencemos a transitar la nueva normalidad”.

El Trabajo Infantil “deberá ser uno de los temas a abordar con urgencia”, consideró, y la forma de lograrlo será “con información real, acompañamiento, control y propuestas”.

Estefanía Alcaraz Clouet es responsable de relaciones institucionales en ETIS, una organización que desde hace 21 años trabaja en barrios del conurbano bonaerense con programas comunitarios “en los que los niños, las niñas y los y las jóvenes, sean protagonistas del cambio en sus entornos”.

“Para lograrlo, participamos en diversos espacios de articulación, ya sea con otras organizaciones como con organismos públicos nacionales e internacionales, en los que asumimos una férrea defensa del rol del Estado como promotor y articulador del desarrollo, y de sus capacidades como garante de derechos”, explicó.

“En lo que respecta a nuestro compromiso con el cumplimiento de derecho al juego y a la educación para eliminar el trabajo infantil, trabajamos de forma articulada con diferentes dispositivos de intervención barriales e institucionales a fin de brindar contención a niños y niñas en espacios que garanticen sus desarrollos, aprendizaje e identificación con pares”.

ETIS participa de campañas en contra del Trabajo infantil, con charlas y talleres en las que se cuestionan las difíciles realidades que atraviesan nuestras poblaciones a fin de formar ciudadanos con carácter crítico, autonomía y posibilidades.

En 2019, ETIS trabajó junto con Construir TV, de la campaña en contra del trabajo infantil. En ese marco, abrieron las puertas de su sede de Quilmes para dar a conocer uno de los apoyos escolares. La planificación concibe “oportunidades apropiadas, en condiciones de igualdad, para la participación en la vida cultural, artística y recreativa”.

Proponen actividades acordes y siguiendo la perspectiva del Derecho al Juego, “pero sin alejarnos del contexto social en cuestión y remitiéndonos a la Convención Internacional de los Derechos de NNA”, aclaró.

“En la juegoteca, niños y niñas encontrarán ese espacio, para poder expresarse y desarrollarse como seres sociales dentro de una gran comunidad. En un contexto tan difícil que nos toca desde 2020 atravesar debido a la emergencia mundial de la pandemia, seguimos en vinculación con nuestra comunidad a partir de diferentes actividades virtuales, y presenciales”.

Están vinculados al programa Detectar, en la base operativa de voluntarios, entregas semanales de bolsones de mercadería, roperito comunitario, participación en asistencia a familias aisladas, en mesas para inscripciones al programa VacunatePBA y programa de acompañamiento a juventudes y diversidades y géneros, “con el fin de poder asistir a las familias y que sus derechos sigan siendo abordados o sigan siendo bandera de lucha, impidiendo que niños, niñas y adolescentes deban salir a realizar trabajos para ayudar en la situación económica del hogar”, explicó.

Este 2021, expresó Estefanía, “nos sigue desafiando a luchar por el cumplimiento del ODS4 y asumiendo la responsabilidad de acompañar campañas o sumarnos a proyectos que permitan garantizar el nuevo derecho a la conectividad, dándole batalla a la brecha digital”.

Flavia Barreiro, de Asociación Civil Cruz del Sur, por su parte, consideró que el Trabajo Infantil “es una dolorosa realidad”. Hoy en día, reconoció, “millones de niños en todo el mundo trabajan para obtener un sustento para sí mismos y para sus familias”.

“Consideramos que la pobreza es uno de los factores básicos en la generación del trabajo infantil y éste, a su vez, es la puerta a la vulneración de muchos de los derechos inalienables de las infancias. Esta situación, que hoy en día se ve agravada por la repercusión de la crisis, la pandemia y la pérdida de los medios de vida de las familias en nuestros barrios, es inaceptable”.

“Desde la Asociación Civil Cruz del Sur, creemos que para que en el futuro deje de existir el trabajo infantil se necesitan políticas de desarrollo integrales inclusivas y de justicia social, que integren el trabajo decente para los adultos y un piso de protección social. Es vital contar con voluntad y determinación política en los planos mundial, regional y nacional para enfrentar el importante desafío de lograr un cambio sostenible y significativo”, afirmó.

“Como organización social, esta fecha nos convoca a redoblar nuestro compromiso con la protección y promoción de los derechos de las infancias”, concluyó.